Rolleis. Monschau, 2007
Era la tercera vez que iba a Monschau y protesté ello, ya que estaba incluída en la ruta del viaje. (fue algo bastante egoísta por mi parte, por cierto). El caso es que este pequeño pueblecito turístico aún tenía , después de todo, algo que ofrecerme. Y es que allí hay un pequeño museo destinado a la fotografía, y que descubrimos de casualidad.
Las cámaras que allí habían se contaban por miles, de todas las épocas, y estilos. Muchas de ellas echas polvo, y medio amontonadas por falta de espacio. No obstante, había alguna reliquia que justificaba el precio de la entrada.
Las más bonitas eras las Rolleiflex.
Este modelo de cámara, que aún hoy usa Roberto, me sirve a mí de inspiración para tomar siempre las fotos desde arriba, a la discreta y elegante manera Rollei.
Las cámaras que allí habían se contaban por miles, de todas las épocas, y estilos. Muchas de ellas echas polvo, y medio amontonadas por falta de espacio. No obstante, había alguna reliquia que justificaba el precio de la entrada.
Las más bonitas eras las Rolleiflex.
Este modelo de cámara, que aún hoy usa Roberto, me sirve a mí de inspiración para tomar siempre las fotos desde arriba, a la discreta y elegante manera Rollei.
3 comentarios:
Que maravilla! Y que suerte encontrar un sitio así! Harías más fotos no?
Claro que hice más! Paqué creo que 4 euros por entrar al mini-museo/trastero, lo que me daba derecho a acribillar todo lo que viera. Carlos, que fue el único que quiso también pagar la entrada, también hizo lo propio con su cámara.
De ahí tenía que salir con alguna foto con la que resolver aunque sea un día el blog...El resto no tienen tanto interés, aunque bueno, para tí y para mí si, ya que nos encantan estos aparatejos!
Si eso ya te enseñaré más.
Un abrazo!
Vale, me encantaría cotillear. No tanto como haberte acompañado, pero tendré que conformarme. Un besito!
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