Convento San Diego, Fuentes de León, Badajoz, 2009
Convento San Diego II, Fuentes de León, Badajoz, 2009
Convento San Diego III, Fuentes de León, Badajoz, 2009
La verdad es que últimamente me están saliendo retos y propuestas muy variadas en cuanto a la temática fotográfica. Una de las últimas y más interesantes, me llevó hace un par de semanas a un precioso hotel de 4 estrellas, enmarcado en un convento reformado en un tranquilo pueblo al sur de Badajoz.
Así que para allá que nos fuimos Biel y yo, (él con su recién estrenada Canon 30D), a Fuentes de León, vía Sevilla –vueling, a fotografiarlo. El Hotel Convento San Diego, nos cautivó desde el primer momento, ya que con la reformas y los acabados, se ha conseguido fusionar la sobriedad y rigor propios de un convento, con la comodidad y amplitud de un hotel de máximo nivel.
Así que para allá que nos fuimos Biel y yo, (él con su recién estrenada Canon 30D), a Fuentes de León, vía Sevilla –vueling, a fotografiarlo. El Hotel Convento San Diego, nos cautivó desde el primer momento, ya que con la reformas y los acabados, se ha conseguido fusionar la sobriedad y rigor propios de un convento, con la comodidad y amplitud de un hotel de máximo nivel.
El entorno también era impresionante. El silencio, la quietud, la naturaleza, la cercanía de los ruralitas del pueblo, etc. Es un lugar ideal para desconectar de todo durante unos días y recargar pilas.
Con lo que ya nos terminaron de conquistar, fue a través del paladar. Lo del restaurante Moba, dentro del hotel es de una exquisitez y calidad difícil de explicar con palabras. Esos adjetivos y descripciones se le dan mejor a Paco de Ojo al Plato, al que le conmino a pasarse por allí y hacer la crónica. Yo sólo diré que ha sido mi mejor experiencia gastronómica del año, y lo afirmo con total seguridad, cuando todavía vamos por la mitad del mismo. El premio está ya otorgado a ese Jamón extremeño finísimamente cortado , y a aquella crema de chocolates (en plurral), que guardará un lugar especial en mi memoria.
Con lo que ya nos terminaron de conquistar, fue a través del paladar. Lo del restaurante Moba, dentro del hotel es de una exquisitez y calidad difícil de explicar con palabras. Esos adjetivos y descripciones se le dan mejor a Paco de Ojo al Plato, al que le conmino a pasarse por allí y hacer la crónica. Yo sólo diré que ha sido mi mejor experiencia gastronómica del año, y lo afirmo con total seguridad, cuando todavía vamos por la mitad del mismo. El premio está ya otorgado a ese Jamón extremeño finísimamente cortado , y a aquella crema de chocolates (en plurral), que guardará un lugar especial en mi memoria.
Volviendo a lo fotográfico, os dejo una pequeña muestra de lo que hicimos por allí. Supongo que el resto las podréis ver en la web cuando la actualicen. (ya avisaré en esta entrada si eso sucede). En la tercera imagen, la luz del atardecer trasladó los colores de una vidriera a la mesa durante unos escasos y mágicos minutos.
3 comentarios:
Me imagino el lugar! es de los que llamo "con encanto" y que siempre iba buscando cuando viajaba.
Te han quedado muy guapas. Lástima que esté "un poco" lejos.
Te dejo un beso Alfonso.
Hola Alfonso.
Que gozada, poder viajar y además hacerlo para disfrutar de la pasión que llevamos dentro.
Mi más sincera enhorabuena por las excelentes fotografías, aunque si me das a elegir, prefiero tus retratos urbanos ;)
Un abrazo.
Vaya proyectos interesantes que te buscas, quien pudiera (envidia sana). Enhorabuena por tus últimos trabajos Alfonso.
Saludos!
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